viernes, 28 de marzo de 2008

Esquimotaje III. Unangan

(English version here)

Advertencia: va a ser largo y rollo. Seguid leyendo bajo vuestra responsabilidad.

Gracias a Dr. Key he leído un artículo de Jeff Dickrell en Sea Kayaker discutiendo si los Aleutas esquimotaban o no con sus baidarkas (bueno, con sus iqyax, para ser preciso). Obviamente, no hay evidencia clara (de otro modo, no habría mucho que discutir, no?). Las referencias en la literatura son contradictorias y, en algunos de los casos pro-esquimotaje, vagas e indirectas. De hecho, los Unangan no son únicos en esta incertidumbre. Por ejemplo, entre quienes dieron noticia de los usos del kayak entre los Chugach, sólo Kaj Birket-Smith (citado por David Zimmerly en su estupendo libro Qayaq) declaró que eran capaces de esquimotar sus barcos (que también fueron llamados baidarkas y que compartían una llamativa semejanza en sus proas bífidas con los iqyax Aleutianos, pero que, por lo demás, deben haberse comportado de manera muy distinta en lo que a estabilidad, velocidad, etc... toca).

En cualquier caso, Dickrell parece concluir que los Aleutas esquimotaban, pero que la maniobra no era común. Me parece razonable (lo que, dado que no soy un experto, tampoco es que sea relevante) y, quizás, me gustaría añadir un poco de evidencia adicional. Hacia 1840, el obispo Ivan Veniaminov (citado, de nuevo, en
Qayaq) escribió: "Así, hoy quedan muy pocos, si alguno, de los antiguos navegantes quienes, cuando sus embarcaciones volcaban, podían devolverlas a la posición correcta por sí mismos o enderazarlas con un hábil movimiento del remo sin salir de la baidarka"


Me pareció un poco extraño que este pasaje no se mencionara en
Sea Kayaker, puesto que es de fácil acceso y Dickrell incluye otras citas de Veniaminov (una fuente muy importante para la etnografía Aleutiana en general y el uso del kayak en particular). Desde luego, la cita no es como un video de un Aleuta esquimotando, pero considerando el tiempo que el obispo Veniaminov pasó en la América Rusa, su interés, respeto y devoción hacia los nativos y su cultura, para mí tiene cierto peso. Además, encaja bien con la sugerencia de un esquimotaje existente, pero poco practicado. Aún mejor, parece indicar una habilidad en rápido proceso de desaparición y esto concuerda muy bien con mis propias especulaciones (ociosas y sin mayor base, desde luego) sobre la aparente rareza (si es que existía) del esquimotaje entre los Aleutas.

Dickrell ofrece algunas hipótesis sobre las razones de esto. En esencia, parece proponer que el esquimotaje no era una gran necesidad porque los Aleutas no volcaban casi nunca. Sugiere que eran muy, muy buenos haciendo apoyos (muy buenos kayakistas en general) y, además, usaban rocas (unos 20 kgs) como balasto, lo que hacía más improbable volcar, pero también muy difícil el esquimotaje si, a pesar de todo, el vuelco se producía.



Puede que fuera así, pero, aunque aquí estoy muy, muy por encima de mis capacidades, no puedo evitar preguntarme si esto podía ser todo. De momento, la información con la que me he topado no me produce la impresión de que el vuelco fuera algo tan extraordinario entre los Unangan. Los relatos de cazadores perdidos en el mar no parecen especialmente raros y Veniaminov mencionó (otra vez: citado en
Qayaq) técnicas Aleutas de autorrescate basadas en el uso de estómagos inflados de foca o león marino como flotadores para desaguar (si hacía falta), enderezar y volver a entrar en una baidarka volcada (me recordó a nuestras propias maniobras con el flotador de pala). Veniaminov declara que esos flotadores eran parte "indispensable" del equipo de cualquier baidarka. A mí, esto tiende a hacerme pensar que los Aleutas parecían contemplar el vuelco como algo que uno debía estar preparado para afrontar. Ciertamente, los flotadores también se empleaban para llevar agua y como globos de flotación en caso de necesidad.

Además, me da la sensación de la que probabilidad de vuelco no es el único, quizá ni siquiera el principal, determinante de si un grupo de kayakistas del Ártico esquimotaba o no. Por ejemplo, los palistas de la Isla del Rey (los lectores de este blog puede que lo recuerden) y de Nunivak, que navegaban en embarcaciones francamente estables, desarrollaron un esquimotaje para sus anchos kayaks y sus palas de una hoja. En cambio, los Inuvialuit del delta del Mckenzie y los Caribou Inuit que usaban algunos de los kayaks tradicionales más inestables (más que las baidarkas Aleutianas) no esquimotaban (ni usaban balasto).



En mi opinión, debieron haber intervenido más factores. Esquimotar no es la única respuesta posible al vuelco y la probabilidad de que un grupo de kayakistas árticos desarrollara el esquimotaje y recurriera a él como opción principal frente a otras alternativas pudo (debió?) depender del contexto global en que se usaba el kayak. Si los palistas solían operar solos o en grupo, la profundidad y temperatura del agua y la distancia a la costa, las presas que se cazaba y los instrumentos que se usaba para ello (presencia o no de líneas de arpón que puedan enredarse, por ejemplo) y, posiblemente, otras circunstancias debieron ser relevantes. Así, los Caribou Inuit y los del delta del Mckenzie parecen haber cazado en grupo y no muy lejos de la orilla con frecuencia y los rescates de los Caribou Inuit descritos por E. Arima (ver esta entrada anterior) parecen basarse en la ayuda de un compañero y el transporte a la orilla.



En este sentido y volviendo a los Aleutas, parece que el contacto con los Europeos tuvo un gran impacto sobres su uso del kayak. Los promyshlenniki rusos, mercaderes de pieles y cazadores, empezaron a aparecer en las Aleutianas hacia 1743. Pronto, estaban explotando a los nativos, prácticamente esclavizándolos, y forzando a los cazadores a dedicarse a la captura de nutras marinas para su propio beneficio. Esas cacerías de nutrias se llevaban a cabo en grupo y con baidarkas dobles, en lugar de las individuales que aparentemente eran la embarcación de caza habitual antes de la llegada de los Rusos. Veniaminov (de nuevo! Y de nuevo citado en
Qayaq) escribió: "La baidarka doble se usó desde siempre entre los Aleutas, pero tan sólo para transportar cargas ligeras y para que navegaran un viejo con un niño, pero incluso en el presente, nunca se ha dado el caso de que dos palistas jóvenes y saludables salgan a la caza de nutrias en una embarcación doble por su propia voluntad. Esto se consideraba vergonzoso"

En marcado contraste con estas palabras, el material gráfico posterior muestra sobre todo baidarkas dobles y triples (un invento ruso para transportar pasajeros o mercancía), con frecuencia en partidas bastante numerosas. Aunque posible, es bastante más complicado esquimotar con un kayak doble y, si las cacerías ahora eran, por lo común, en grupo, se podía confiar en una asistencia razonablemente rápida. En estas nuevas condiciones, el esquimotaje sería menos útil y el incentivo para invertir el esfuerzo necesario para llegar a dominar la maniobra también sería menor.



En las Aleutianas, los promyshlenniki y los profundos y rápidos cambios que causaron parecen haber precedido a los etnógrafos. Me pregunto si, cuando europeos interesados en la cultura y tradiciones de los habitantes, y no en su mera explotación, llegaron a la zona, encontraron una sociedad ya cambiada donde, probablemente junto a otras cosas, esquimotar con una baidarka (quizá nunca una práctica popular) era sobre todo un recuerdo del pasado, como las palabras de Veniaminov parecen sugerir.


domingo, 9 de marzo de 2008

Conexión (III)

(English version here)

A principios de Junio de 1788, la fragata Princesa, capitaneada por Esteban José Martínez, y su compañero, el paquebote San Carlos bajo Gonzalo López de Haro, exploraron El Golfo del Príncipe Guillermo en Alaska. El 18 de Junio, tras haber enviado lanchas en tareas de reconocimiento, ambos barcos navegaban próximos cerca del extremo suroeste de la isla Montague. En una nota a la entrada de su diario de esa fecha, Jose María de Narváez, un piloto que había mandado una de las lanchas, se refirió a las embarcaciones de los habitantes de la zona en estos términos:


"Sus canoas tienen forma de harpa y están envueltas por fuera con pequeñas cuerdas trenzadas. El armazón de las canoas está construido por dentro con delgadas costillas de madera, tejidas en una forma perfectamente diseñada. Del mismo estilo, tienen un espacio cerrado en el que hay una abertura redonda, como la boca de una tinaja. El Indio se introduce aquí. No importa cuanto oleaje haya, viaja sin mojarse parte alguna del cuerpo. Sus brazos permanecen libres para remar con unos pequeños remos"



Para mi vergüenza, confieso que el texto de arriba es mi re-traducción al castellano de una versión inglesa del original, que confío en poder examinar algún día. Cuando eso ocurra, ya contaré algo aquí.

En cualquier caso, creo que Narváez hablaba de los kayaks del pueblo Chugach, que aún vive en esa región.