lunes, 17 de diciembre de 2007

Queda inaugurado...

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Al final, he caído.

Yo también he empezado un blog. Es un mero impulso, sin razones ni objetivos claros. Cosa que encuentro reconfortante. Sin más expectativas que entretenerme un rato y escribiendo para mí, no caben obligaciones ni frustración. Es tan sencillo, o tan complicado, como que me apetece poner en algún sitio lo que me pase por la cabeza en relación con la práctica del Kayak de Travesía. Aunque, conociéndome, sospecho que no será tema exclusivo.

Por si alguien no cae, lo que llamo Kayak de Travesía suele ser más conocido como Kayak de Mar. Sin embargo, yo vivo en los alrededores de Madrid. Y me estoy dando cuenta de que, para lo bueno y lo malo, soy Kayakista Interior: paleo más en agua dulce que salada y, me temo, aún más en mi cabeza que en agua alguna. Es lo que hay...

Semántica aparte, el asunto consiste, al menos en mi caso, en intentar usar un kayak para llegar a lugares y momentos especiales. Ya está. A mí eso me suele ocurrir más por la vía de la contemplación y la curiosidad satisfecha que gracias, por ejemplo, a la descarga de adrenalina. No es que evite lo que podría llamarse "acción" de manera activa. Es sólo que suelo preferir la "acción" como medio para algún otro fin, más que como fin en sí misma.

No ha sido intencionado empezar el blog en esta fecha, pero me doy cuenta de que ahora hace más o menos un año que gracias al foro de Kayak de Mar y a la generosidad de Félix, su anterior dueño, pude adquirir kayak, cubre y pala. No fue el comienzo, porque todo había empezado bastante antes, pero fue, sin duda, un comienzo.

Como esta entrada.

LA IMAGEN
Tengo medianamente claro que un blog lleva imágenes, ¿no?. Yo aquí tendré que recurrir al talento y la generosidad de otros. He elegido esta foto de la Alaska de allá por 1910 porque el kayak es de un tipo tan probadamente marinero como (a mis ojos) elegante (la foto no termina de hacerle justicia). Se usó, entiendo, en la zona del Cabo Espenberg de la Península de Seward, en el Estrecho de Bering. Pero, sobre todo, la he escogido porque el kayak me provoca la misma expresión que a los críos de la foto. Puede que a veces no se me note, pero esa es la cara que llevo por dentro.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegra ver que otro forero de kayakdemar.com se ha atrevido con un blog propio en el que hacernos partícipes de sus vivencias y/o quitudes.
Espero, algún día, seguir el mismo camino.
Un abrazo.

Angel

Hopeless dijo...

Gracias Angel. Muy amable. anímate, que sospecho que tú tienes mucho que decir.

Ah, y me alegra especialmente que el primer comentario en mi blog provenga de mi mentor de esquimotaje.

Pedro

Anónimo dijo...

ché, me gusta tu blog. sobre todo como plasmas tus sensaciones.

Hopeless dijo...

Gracias...