viernes, 21 de diciembre de 2007

Esquimotaje I: Los Otros (Kitunarautaq).

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Para los profanos: el esquimotaje es la maniobra que retorna kayak volcado y palista cabeza abajo a la posición erguida convencional. Esta última es mucho menos estable, pero suele resultar preferible, sobre todo a largo plazo, ya que, entre otras ventajas, facilita sensiblemente el desplazamiento y la respiración.

El esquimotaje nos llegó del Ártico a través de Groenlandia y, en este área (ni mucho menos la única), la influencia de esa tradición en el inconsciente colectivo kayakista es fuerte. Los detalles de la técnica no proceden aquí, pero su mención tiende a evocar entre los iniciados imágenes de estilizados barcos de cubiertas bajas y puntas aguzadas y kayakistas perfectamente encajados en ellos. En los kayaks modernos ello suele requerir cubrebañeras, musleras, asiento, reposapiés, etc. astutamente dispuestos.


La práctica totalidad de los instructores que afrontan la poco envidiable tarea de enseñar a esquimotar a, por ejemplo, tipos como yo suelen enfatizar la necesidad de este acoplamiento palista/embarcación. Hacen bien. En mi único intento de aprendizaje pude comprobar como mi ajuste al kayak, que yo consideraba muy adecuado hasta ese momento, dejaba bastante que desear en realidad. Creo que contribuyó a mi fracaso, pero, al mismo tiempo, me proporcionó una excusa estupenda ("En realidad, sí que lo he pillado, pero con este ajuste...").



Por ello, me intrigaron especialmente las imágenes de los otros kayakistas árticos nativos en los que, junto con los groenlandeses, el esquimotaje parece hacer sido razonablemente común. O, al menos, haber sobrevivido lo bastante al contacto con los europeos para ser documentado de manera adecuada. Se trata de los habitantes de la costa de Alaska en el área del Estrecho y Mar de Bering. En particular, la maniobra parece haber perdurado durante más tiempo en la la Isla del Rey, frente a Nome, donde a principios del siglo pasado se fotografió a este kayakista realizando la técnica que ellos llamaban kitunarautaq.


Y, como se puede observar, esquimotaban con kayaks anchos, por encima de los 60 cm de manga (de los 70 con cierta frecuencia), de cubiertas altas y amplio volumen, de bañeras holgadas que podían acomodar dos pasajeros y más bien cortos, 5 m a lo sumo. Ah, y lo hacían con una pala de una sola hoja.



Aunque eso es casi lo que menos me extraña. Mis dudas son más acerca de los puntos de contacto entre un palista cuyo asiento es una esterilla de hierbas trenzadas y su barco y cosas así. Lo cierto es que saber de estas gentes me anima. Si ellos lo lograban en las condiciones que parecen sugerir las fotos, quizá aún haya esperanza para mí.

7 comentarios:

carlos qajaq dijo...

hola

ya has puesto remedio a tu acople con tu creus ??

recuerdas lo que te decia de los calzos en el lateral del asiento ???


carlos

Hopeless dijo...

Estoy ello. Tengo un bloque de espuma minicell y estoy labrando piezas para los piés, el lateral...

carlos qajaq dijo...

para los pies ???

se trata de ir sujetando el kayak...no de ir atornillado, a ver si luego no puedes salir.

Mi consejo es que primero comiences con la cadera

Hopeless dijo...

Tranquilo! (y gracias por el interés) Se trata sólo del equivalente de ajustar el reposapiés en otros barcos. En mi caso, el reposapiés es la propia pared del tambucho de proa y ahora me queda un poco lejos. Si quiero apoyar bien los pies no puedo encajar fuerte las piernas en las musleras. En uso normal no es grave (puedo cantear razonablemente), pero al intentar el eskimo lo noto.

El dueño anterior tenía puesto justo lo que yo voy a reconstruir ahora. En mi inexperiencia, y al ser yo un poco más alto, cuando probé el barco me pareció excesivo y le pedí que lo quitara... Muy hábil, yo.

En las caderas, he estado midiendo y probando y ya voy bastante encajado. Sólo caben mejoras menores.

Anónimo dijo...

Veo que el tema del eskimo te inquieta lo suficiente para documentarte.
Como bien dice Carlos, es muy importante ir bien calzado en tu kayak. Son tres los puntos de contacto con el: los piés, los muslos y las caderas, además del trasero que no requiere calce.
Además te notarás más estable al navegar en condiciones de mala mar.
Estoy seguro que no tardarás mucho en hacerte con el eskimo.
Animo.

Angel

Hopeless dijo...

Gracias Angel,

eso es lo que espero conseguir: buen ajuste en los tres puntos. Las caderas creo que ya pasarían la inspección, pero, ahora mismo, para apoyar bien los pies tengo que estirar un poco las piernas y sacarlas algo de las musleras. Pegando un bloque de espuma retraso el apoyo de los pies y espero solucionar esto.

Por eso me intriga tanto el esquimotaje de la Isla del Rey: da la impresión de que esos tipos tenían que ir bailando en semejantes kayaks. Me encantaría saber más detalles de su técnica.

Anónimo dijo...

A mi también me sorprende un poco, aunque el hecho de que el kayak sea ancho, no tiene porque estar reñido con ir bien calzado.
Seguro que el amigo y maestro Xevi tendrá alguna idea al respecto