martes, 22 de abril de 2008

Conexión (IV). No hay un minuto que perder

Note: English version here

En una de las novelas de la serie de Aubrey & Maturin de Patrick O'Brian (de las que soy devoto fan) el buque de pertrechos Ringle, una marinera goleta (posiblemente goleta de gavias o de velacho, ya que era de la clase llamada "clíper de Blatimore") propiedad de Jack Aubrey aparece cruzando una bahía cerrada al norte por el Cabo de Bares. Mandada, como de costumbre, por el Guardiamarina William Reade y llevando al Dr. Maturin, su hija y su fortuna, la Ringle se ve perseguida de cerca por un poderoso corsario francés, el lugre de tres palos Marie-Paule. Para el evitar el abordaje y la subsiguiente inevitable captura, la Ringle, hábilmente pilotada por Reade y el magnífico Barret Bonden, el timonel del capitán Aubrey, se ve obligada a pasar literalmente a tiro de galleta de los peligrosos acantilados y rocas del Cabo

Y me acabo de dar cuenta de que esa bahía es lo que yo conozco como la boca de la Ría de O Barqueiro y de que estuve paleando justo ahí esta Semana Santa pasada.

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