
Se trataba de una embarcación de recogida para la caza desde el borde del hielo. De alrededor de 1.80 m de eslora, 0.8 de manga y 38 cm de alto, se construía reciclando la piel vieja de un kayak ordinario y no tenía armazón rígido interior. El cazador lo transportaba plegado a la espalda hasta el borde de la banquisa y allí lo llenaba de nieve y apretaba las tiras de cuero de la parte superior. En el agua, el palista se sentaba encima con las piernas extendidas y usaba una pala corta. De acuerdo con sus usuarios, las principales ventajas del kayak pobre eran su ligereza y facilidad de transporte. Con frecuencia, llevar un kayak normal en trineo dañaba su cubierta de piel.
Y recuerda muchísimo a una zapatilla.

2 comentarios:
Interesante artículo .... más aun cuando se piensa que las dimensiones del actual kayak de rodeo (o freestyle) ha tenido un antecesor hace cientos de años... pero eso si, ... seguro que con usos muy distintos ;-))))).
Sí, es curioso. A mi me llamó la atención lo de rellenarlo con nieve y ahorrarte el armazón interno.
También muestra que el "kayak tradicional" era/es dinámico y en evolución. Este cacharro (y toda una serie de "kayaks cortos") se desarrollaron cuando se generalizó el uso de armas de fuego. Para ir recoger una foca a la que se le ha disparado desde la banquisa ya no hacía falta un "kayak completo".
Publicar un comentario